Mi mayor interés es desterrar del mundo del fútbol esa imagen del intermediario como un gangster, un traficante de carne, un mafioso que obliga a los clubs a comprarle y venderle según su capricho”
Fernando Torcal será un digno sucesor de su maestro Luis Guijarro, entro a trabajar con él cuando apenas tenía 20 años, allí comenzó a conocer gentes y todos los entresijos sobre representación de futbolistas, era lo que necesitaba para poder realizar un trabajo que le apasionaba y en el que se sentía como pez en el agua.
A los 23 años se independizo de Guijarro para ocuparse de algunos jugadores y sobre todo para hacerse cargo de los torneos de verano. Se asocia con Alfonso Aparicio, exfutbolista internacional del Atlético de Madrid, que ya llevaba un tiempo en el negocio y había enviado a grandes figuras del futbol español, ya en su declive, a Estados Unidos (Carmelo, Santisteban, Mateos).
Torcal se hace cargo del trofeo Teresa Herrera, Villa de Madrid y del Gamper, gracias a sus conocimientos y una forma diferente de trabajar más de acorde a los nuevos tiempos, estos torneos vuelven a funcionar. Se convierte en el más importante organizador de los torneos de verano, llegando a facturar más de 500 millones (pesetas).
Hace traspasos de jugadores a pesar de estar prohibido por UEFA, al ser preguntado por estas irregularidades el respondía “los intermediarios existen en todos los mercados, “Los equipos acuden a buscar consejos y yo se los doy”
Fundo la sociedad Continental Sport, y con esta comenzó un nuevo negocio- la compra de equipos de futbol, que servirían de escaparate a sus representados.
Su muerte inesperada a causa de un infarto de miocardio, el 15 de febrero de 2000 cuando se encontraba negociando la venta de parte de las acciones del Ravenna (65%) club de segunda división, que había adquirido unos meses antes en una subasta, pues quería que el club italiano sirvieres de escaparate para sus jugadores, de hecho ya había colocado dos de sus jugadores en la `plantilla del club italiano. Con su fallecimiento se truncaron los proyectos de compra, tanto del club belga Molenbeek y del Logroñés.